Powered By Blogger

jueves, 31 de marzo de 2011

"ANHELOS" (SEGUNDA PARTE)

Para entender este texto primero "obligatoriamente" se debe leer la primera parte si no ni le van a entender.... aquí el final de este historia...

Claramente escuchaba retumbar mi corazón cual tambor africano, jamás imagine que estarías en la disposición de "aclararlo todo". Me habías ganado la partida. Aunque, por otro lado, tenia tantas ganas de salir huyendo de ahí por el temor de que tus palabras volvieran a taladrear todos mis sentidos.

-Pues bien-Comenzaste.
-Estos años han estado lleno de altibajos en todos mis aspectos. Como tu lo sabes, he trabajado muy duro para llegar al puesto en el que estoy, con los proyectos que tengo; pero... desde ese día... nomas no me hallo.

No me hallo en mis sentimientos, en mi corazón, en mi alma... en mi cama. He pernoctado muchas veces preguntándome que habría pasado en esos momentos su no huyes...
Aún me lo pregunto Roberto.
Jamás he negado mis actos ni de ahora ni de entonces y a nadie siento que debo de darle explicaciones. Sin embargo aclararlo contigo es por que...

La garganta se te corto, de tus ojos rodaron un par de lágrimas, casi podía jurar que gritaron después del encierro en el que se encontraban en tu pecho.

-Bueno... tu sabes lo que siento... 

Continuabas.
-¡Noooo¡no se lo que sientes...¡Nunca he sido adivino¡ Y ahora es muy buen momento de que lo aclares, ¿que es lo que sientes?.
-Roberto, no he podido ni he querido olvidarte me cuesta trabajo expresar mis sentimientos, solo es eso.
-Mariposa-Te tome de la mano.
-No debes de sentir miedo. ¡YO TE AMO¡ Tampoco te he olvidado, por favor, continua.
-Fue un error mío todo lo sucedido, lo acepto, te ofendí, mancille lo que teníamos, estaba confundida, lo siento, perdoname ¡por favor¡.

Jamás te había visto tan afectada por algo, en realidad me daba cuenta que era el amor de tu vida, que efectivamente, en aquellos años donde eramos inseparables, tu alma quedó preñada...

-Mesero, podría traerme un té por favor.
-Si, caballero.

De mi saco extraje un pañuelo, el cual te ofrecí.

-Gracias- Limpiaste tu rostro que ya estaba empapado por el llanto.

-Me costó trabajo mi niña pero lo perdone, lo olvide, no hay duda de que sucedió, pero, ya soy otra persona.
Yo no soy nadie para juzgar tu proceder de aquellos años.
Eramos muy jóvenes, aún teníamos mucho que madurar, mucho que aprender, realizarnos como profesionales. Ve nos ahora.Cada uno realizado como tal en su rama. Eso es lo importante. Estoy muy contento de estar ahora contigo. No existe otro pensamiento en mi cabeza que...

Inmediato abriste los ojos.

-Ya no debería perder mi tiempo, ni el tuyo, hemos estado separados mucho tiempo, te conozco, me conoces, solo me queda pedirte EL HONOR de que seas la mujer con la que despierte todas las mañanas...¿Quieres ser mi esposa?


-¡¡¡¡Roberto, Robertoooo¡¡¡¡- Me gritabas.
-¿Eh?...
-Avanza mi amor, tienes una fila enorme de coches, te fuiste varios segundos, en que pensabas?
-No me lo vas a creer, pero pensaba en ti.
-Mmm, ya ¡payaso¡ ya me tienes a tu lado, nos vamos a casar y es mejor que te inventes un lugar donde estés solo tú, por que no voy a dejarte ir.
-No te preocupes, no deseo otro lugar donde no estés.


Nos fundimos en un beso que claramente nos des concentro, tanto, que varios automoviles nos regresaron a la realidad con una recordada a mi "jefecita".


-Ahora,-recalcaba-¿tú dirás?
¿Vamos con tus papás o con los míos?.
-Mi mamá ya estaba esperándome-Contestabas.
-Entonces... ¡rumbo a Tlatelolco¡


Tus ojos, tu boca, tus manos, tus sentidos, tu olor, tu respiración, tu cabello, tu nariz... tu sonrisa.

Definitivamente esto era un grandioso reencuentro, un reencuentro con mis ANHELOS, pero sobre todo con la mujer de mi vida...

ROBERTO MONTOY,
MARZO 2011;
MÉXICO, D.F.

martes, 29 de marzo de 2011

"REENCUENTRO CON EL VIEJO AMOR"

"Tatuaste mi alma de ti, como lo hiciste de mi correo; por eso tus siglas quedaron marcadas en él"


Baje corriendo las escaleras. Era tal la emoción que sentía en mi pecho; que me golpee con una de las esquinas al bajar tan de prisa.. Te había visto desde la puerta del laboratorio. Tu no sabías donde estaba tomando clases en ese momento.


Solo te vi llegar a mi vida ese día como muchos otros.. Solo que ahora era especial.


-¿Cuando llegaste?. Replicaba.
-Hace un par de minutos... no sé... tenía muchas ganas de verte.


Encargue a uno de mis compañeros bajar mis cosas y le informara a la maestra que por causas de fuerza mayor no regresaría a la clase... castigo o regaño seguro cuando vuelva a entrar.


Y ahí me ancle de nuevo en ti... Tenia tanto tiempo de no saber ni siquiera como te iba... es más olvidaba por ciertos lapsos que tenias una nueva vida... pero te encargaste de recordármelo segundos después.


-Roberto vengo a decirte que... TE AMO... pero ya no puedo verte-
-Eso yo lo sé... y sé que no tendría que buscarte ni nada... haz tomado una decisión que yo he respetado y así como hace unos días decidiste quedarte con él... sí tú decides irte no hay problema...
-¿En verdad eso crees?-Me cuestionabas.
-Si, en verdad; esto ha sido lo mas valioso de mi vida... se que no te casas por que lo ames; me lo haz demostrado en muchas ocasiones... si esto puede ser algún día... sola regresarás. Pero de antemano te deseo lo mejor en tu nueva vida y si en algún momento necesitas de mi sabes que te podré ayudar pero desde otra trinchera.




Me diste un beso que estremeció todas esas ganas de no dejarte ir... pero sin embargo yo no era nadie para impedírtelo.
Era una decisión que habías tomado por que creías que era lo correcto, y yo lo respetaba.
Tenia tantas ansías de que te quedaras en mi vida, pero te amaba tanto que podía dejarte ir.


Solo di la media vuelta y regresé a mi vida burda y triste.... Aún recordaba el olor de tu mirada, cuando te observé aquella vez recargada en el asta bandera.... Solo le pedí a Dios que te cuidara y que fueras inmensamente feliz...


Después....


Solo un par de lágrimas hicieron juego con la lluvia que caía sobre mi cabeza.



ROBERTO MONTOY,

MARZO 2011;
MEXICO, D.F.

martes, 22 de marzo de 2011

ANHELOS (PRIMERA PARTE)

Tus ojos, tu respiración, tu boca, tus manos, tus sentidos, tu olor, tu respiración, tu cabello, tu nariz... tu sonrisa.

Había sido un encuentro mejor de lo que esperaba.
Era la décima vez que intentaba verte pero entre mis viajes a París, mis constantes visitas a Turquía y tu exitosa carrera como ingeniera en la cual, también viajabas mucho.
Era imposible verte.

Por fin habíamos pactado una cita.

12:00 am
Sábado, 20 de junio, 2010.
Conocido Restaurante Italiano de Av. Universidad y Eje 8 sur.

Yo estaría llegando de Madrid a las nueve de la mañana entonces tenía el tiempo perfecto para instalarme, arreglarme e ir a verte.

Tú vendrías de Cancún, de finiquitar un proyecto en el que invertiste mucho de tu tiempo.

ANHELABA tanto, tanto el volver a reencontrarnos. Teníamos más de dos años de no verte y solamente platicabamos por skipe o facebook.

Pero no era lo mismo.

Teníamos tantas cosas que aclarar.


La última vez que pase por aquella avenida, hice justamente lo mismo que en aquel entonces.
Me detuve al ver una señora que vendía artesanías mexicanas. Te encanta la filigrana.

Compré un par de aretes, dos anillos, y unos juguetes que recuerdo te molestaste por que la primera vez no dejé que tu gastaras ni un peso.
Y todo paso a mi poder con una sonriente Sor Juana Ines que cayó en las manos de aquella señora como si se hubiera sacado la lotería.

Llegué puntual a la cita.
A dos metros de la recepción había un espejo.
En el alcance a percatarme del hombre en el que me había convertido.

Músico, exitoso, reconocido, con trayectoria, aún con ANHELOS...

Los años también hacían estragos en mi cara, en mi rostro; del poco cabello que aun crecía de las sienes, todo era una brizna de nieve.
Aún así me preocupaba por verme bien... Aún esos ojos claros que tanta suerte me habían traído los conservaba perfectamente.

Me sentía a gusto, bien conmigo mismo, pero de esos ANHELOS de los cuales aun tenía, era de realizarme
personalmente.

Ya conocía el mundo, del triunfo, de fracasos, de amores y des amores pero, aún necesitaba esa ancla; ese imán que cada que llegara a mi país, pudiera decir : "He llegado a mi hogar, con mi familia".



No había pensado en nadie más, no existía en mi corazón nadie que llenara ese hueco que había dejado.
Nadie a quien dedicarle mis canciones, nadie a quien contarle las grandes aventuras que vivía.

Respire hondo.

A pesar de los años de experiencia en "citas", esta ocasión era diferente.
Era sumamente especial...
Estaba dispuesto a enfrentar ese miedo a que rechazaras lo que siento.
Pero llegaba el momento y el día.


-Está lista su reservación, ¿Sr. Montoy?- Decía la muy amable "hoster"
-Si, soy yo.-
-Dos personas verdad?-
-Así es.-


Justo en ese momento que cruzaba esa puerta de vitromosaico, por la mampara vi pasar un automóvil como en el que te vi la última vez.

-Perdón señorita pero prefiero esperar en la recepción.-
-Si señor, como usted lo decida.-

Claramente vi tu rostro detrás de esos lentes obscuros, con ese cabello "enmarañado" como siempre te lo decía.

Tan bella, hermosa, linda, despampanante... ¡Los años a ti te sentaban muy bien¡
Te veía rozagante, más feliz y realizada que nunca.

Corrí hacía la esquina donde veía una florería. Pedí TODOS los girasoles que tuvieran... Pero de EMERGENCIA ¡¡¡
-Alguien puede vivir o morir si no actúa rápido.-  Se lo advertí al florista.

Me atendió lo más rápido que pudo.

Regresé  tan veloz como me permitio mi calzado e irónicamente ya estabas ahí.

Llevabas un traje color rojo pegado a tu piel, perfecta combinación entre zapatos y bolso.... Simplemente perfecta.


 Me acerque a ti y te susurre al oído.

-¿Comó le hace una mariposa como usted para conservarse tan hermosa con el paso de los años?.-Te dije.
-No lo sé, yo creo que seguro es por la playa, el trabajo ¡que se yo¡..-

Nos fundimos en un abrazo taaan largo y profundo que sentí que pasaríamos así el resto de nuestras vidas...

-¿Comó estás?-Preguntaste.
-Ahora... ¡Perfecto¡-Respondí
-Mira, son para ti-
-¿Girasoles?¡¡ Hace años que me dejaron de gustar ¡¡- Un poco enfadada.
-Lo siento, pensé que...
-¡Jajajajaja¡, es broma.Gracias sabes que siempre me han fascinado.


Definitivamente aún tenías "el control" sobre mi de esas acciones.


Pasamos.
Nos sentamos.
El mesero nos atendió con un exquisito aperitivo.

-Y bien que cuenta Cancún?-
-Y bien que tal París?-Replicaste.
-Bueno mejor brindamos no ?-
-¿Por?-
-Por vernos, por nuestras carreras, por nosotros, por el futuro...
-¿Por el pasado?-
-Sí, también por el pasado.
-Mira, tengo otra sorpresa... pero cierra los ojos y junta tus manos.


Obedeciste al pie de la letra mis indicaciones y puse en tus manos aquella filigrana que le comprara a  aquella mujer.
Aún recordaba las palabras de esa señora.
-"A su esposa le encantara, joven"- Y que solo sonreí...

-Anda, abrelos- 

...

En efectivo te habían encantado.

-¿Recuerdas la última vez que me regalaste unos?-
-Si, pero recuerdo más el día que los estrenaste...
-Aún no olvidas ese día verdad?-Cuestionabas.
-Ese día marcó nuestro trato, no fue para menos, pero no te preocupes ya lo olvidé, ya lo perdone...
-Quisiera aclararte cosas de ese entonces...
-No hace falta y lo sabes... ya pasó... ahora me interesa más lo que pasa en nuestro presente.
-Pero lo necesito, tengo ese ANHELO de aclararlo contigo. Te fuiste de mi vida y de la vida de muchos, solo con el paso de los años volví a saber de ti, pero no hemos vuelto a mencionarlo, necesito aclararlo, ¡Por favor¡ Es el ANHELO más grande de mi vida...
-Ok, corazón,  te escucho...


FIN  PRIMERA PARTE

ROBERTO MONTOY
MARZO, 2011
SAN VICENTE CHICOLOAPAN, EDO. DE MEX.

jueves, 17 de marzo de 2011

BUSQUEDA


BUSQUEDA

No busco a una mamá que me intente cambiar.
No busco quien me entienda en mis tantos desvaríos.
No busco quien me llene de besos.
No busco a la mujer que quiera “chapiar”.

Busco a la muchacha que comprenda cuando los silencios son eso, que a veces es más fácil no decir nada.
Busco a la joven que no pretenda lastimarme.
Busco a la chava que entienda que a pesar de la apariencia soy mucho más frágil que un niño en su primer día de clases.

Busco a alguien que entienda que las noches son un martirio,
 Se me hacen eternas cuando no existe en mi plano artificial.
Busco a la persona que por las mañana no juzgue si dejo o no la tapa del inodoro levantada.
Busco a l pareja que acepte estar conmigo en las buenas y en las malas.

Busco la paz entre sus brazos,
La calma de mis encierros,
Busco con quien compartir mis tiempos, mas no mis remuneraciones.
Busco a la que sepa cuando y como decir las palabras adecuadas y más si me equivoco.

Busco a esa compañera con quien degustar el menú de textos que a veces cocino.
Busco a la mujer que entienda al niño que llevo dentro.
Busco a la dama que me haga sentir como un caballero.
Busco a la doncella con la que pueda extender mi capa para que no pise el charco y empañe su blanco y delicado vestido.

Busco a “esa” que no le importe donde y cuando estemos que sea la misma persona en público y privado.
Busco a la borrega que comparta sus sueños, sus tristezas, sus desvelos, sus alegrías.
Busco a la estrella que ilumine mi camino, de día o de noche.
Busco a ese ornitorrinco que me ame por lo que soy, más no por lo que pueda tener.


Te he buscado a ti, creo que te encontré después de tanto aceptar que no.


ROBERTO MONTOY
MARZO 2011
SAN VICENTE CHICOLOAPAN , EDO DE MEX.

domingo, 13 de marzo de 2011

LAS FLORES



-Agh ¡¡¡¡- Hice una pequeña rabieta.
Llevaba un tiempo presionado por la cantidad de trabajo que tenía entonces… Además se acercaba nuestro aniversario.
Nunca he sido bueno con lo presentes.
El libro sobre cuentos para niños… El disco solista, en el cual ya no quería trabajar, las clases sobre apreciación musical en Morelos… no me dejaban descansar.
Desde que publiqué mis primeros escritos junto con el disco, había sido un éxito. Quinientos mil ejemplares vendidos, el mismo número de discos compactos. ¡Le habíamos pegado al gordo¡
Ahora a la disquera y a la editora, les parecía bueno sacarlos juntos, pero después de tres años así, ya no me parecía divertido.

Pasábamos menos tiempo juntos… consciente estaba de ello. Aún creo que seguías conmigo soportando mis ausencias, por “Aquellas pequeñas cosas” como dice Serrat.
Aprovechando que Samuel (El chofer) ya conocía la ruta hacía nuestro destino, decidí escribirte un mensaje al celular:
-“Anoche una mariposa se poso en mis bongoes, más La Luna que iluminaba cada acorde… llegar a la coda fue inspirador. U_U T.K.M… ¡Un beso ¡”

Eres una extraordinaria esposa: Aún mantenías la humildad y sencillez de siempre, más allá del dinero que teníamos seguías dando clases de hawaiano y tahitiano en ese pequeño local de Tlatelolco.
A ti la fama no te interesa.
A mi me interesa que te realices.
Entonces estamos bien.
-Samuel, ¡Para en la esquina, por favor ¡.-Dije.
-Si, señor.
Veía justo el lugar perfecto para la sorpresa que traía entre manos.
-Buenos días señorita.-Salude cortésmente.
-Buenos días.
-Me da estas... estas… estas; también estas… amm y de estas todas las que tenga.
La muchacha que me atendió, sorprendida, escogió todo lo que le pedí.
-Es usted el escritor “este” famoso, el de los cuentos pa´ los chamacos y que canta?- Me preguntó.
Sonreí.
-Si, soy yo.
-No sea malito, ¿regáleme un autógrafo no? Mijo es fans suyo además escribe rete bonito en sus discos.
-Gracias, muy amable.
Aún no me acostumbraba a ello.
Salí de allí junto con otro empleado.
-Samuel, vete a la oficina le dices a Cintia que llene una circular donde reprograme la junta en 3 horas, que mande a mi correo el plan de estudios de la escuela para checarlo en el ipad, por favor.
-Si señor, pero… y usted que hará? Le mando otro transporte?
-No te apures tomare un taxi.

Detuvimos un par de ellos y le ofrecí al joven del negocio que si me acompañaba le daría un dinero extra.
Ya tenía que no hacía algo así… pero me nacía demostrarte lo que sentía en ese momento.
Además de que me servía como distracción.
Llegamos. Toque la puerta.
-¡¡Don Santiago, buenos días soy yo¡¡¡.-Hablándole al encargado del edificio.
-¡Hola Beto¡ Pásele. ¿Qué se le ofrece?.
Le conté mi maquiavélico plan… De inmediato me ayudo a prepararlo…
Faltaban diez minutos para las 12 del día… con el tiempo perfecto, exacto, justo.
-Don, me presta su guitarra.
-Beto, es tu guitarra.

Fue la segunda que me compré. Junté para ella trabajando en la calle. Me traía buenos recuerdos.
La afine lo más rápido que pude y como siempre puntual se escuchaba los candados de la cortina.

-¿Me ayuda Don Santi por favor?-Se escuchaba una voz femenina “muy” familiar.

Se levantó la cortina.

-“Bendito el lugar,
    Y el motivo de estar ahí,
    Bendita sea la coincidencia”.

Con todas tus alumnas a la espalda parecía impactante la escena… el momento… ese letrero.
Adorne con rosas, claveles, tulipanes, girasoles; tu nombre y un sentimiento.
Dejaste que terminara mi show. Solo esbozaste una linda sonrisa.
-A ver explícame.-Replicaste.
-¿Cómo es que te quieres casar de nuevo conmigo? En mención evidentemente de lo que todos habíamos visto.
-Nunca esta de más reafirmar lo que siento por ti … TE AMO¡¡
Tus alumnas encantadas querían que siguiera, pero solo interpreté dos canciones más.
Una de ellas con mi pésimo hawaiano.
Me despedí con una invitación pendiente a comer mientras te besaba la frente… Me abrazaste… Un Gracias casi entre cortado supongo por tu emoción.
-Gracias a ti por estar en mi vida.
La esencia de las flores llenaba el lugar, yo había llenado mi alma y la tuya para seguir luchando…
Ahora si, podría regresar a trabajar.

ROBERTO MONTOY
ENERO 2011
SAN VICENTE CHICOLOAPAN; EDO DE MEX

viernes, 11 de marzo de 2011

OBSCURIDAD

La obscuridad de la noche me sigue tomando de sorpresa...
se aprovecha de que mis sentidos
están más alerta que nunca 
y me restriega en la cara tu olor y tus caricias.

Mis ganas de saciarme de ti.

No he parado de llorar a pesar de que afuera ya es de día.

Aun sigo observando esa calidez que me trae lo recuerdos furtivos de tu piel.

Totalmente empapado en melancolía sigo pateando el pesebre del dolor.

Te sigo amando.

Y no como dice Alberto Aguilera en sus canciones.

Aun es más recalcitrante.

Por que puedo tener a cuantas me plazca, a cuantas quisiera pero solo el sabor de tu piel  llena mis ganas de hacer el amor.

Ahora ya está nevando y continuo postrado en el infinito de mis dolencias.

Ya no podemos seguir así.

Te extraño tanto.

Tanto que el dolor empieza sentir dolor, que la tristeza siente tristeza, que mis lágrimas empiezan a llorar, que la melancolía me ayuda a patear ese chingao pesebre que te interesa tanto y que hace solo unos millones y millones de segundos me invitaste a destrozarlo.

No importa.

Dicen que en la vida se llega a un punto de sufrimiento que el dolor deja de importar, deja de doler.

Ahora añoro ese estado de valemadrismo,
a pesar de que sí lo intente.

Retienes a la pobre oveja presa de ti y tus recuerdos.

Afuera ya es primavera.

Espero acabar pronto de este encierro en mi mismo.


ROBERTO MONTOY
DIC,2010
MÉXICO, D.F.

martes, 8 de marzo de 2011

ENTENDIMIENTO


Ok ya entendí.

Que tus besos son la tentación de mis desvaríos,
Que tu cuerpo es la culminación de mis más profundos deseos,
Que tu cama es la parte de mi alma anclada en la paz de tus sábanas,
Que tu olor es la oxigenación más adherida a mis entrañas,
Que tu pelo es el resultado de mis contradictorias decisiones,

Ok ya entendí.

Que tu piel es el arma más mortal contra mis propias vehemencias,
Que tus caderas son la parte más exacta que encaja con mis indulgencias,
Que tus ojos son la ventana hacia la mismísima oscuridad de mi aura,
Que tu voz es el eco y culminación de todos mis anhelos,

Ok ya entendí.

No será un paseo a campo-traviesa con el más lindo de los pura sangres que existen en mi pradera,
Ni tampoco el picnic  en esos días de primavera,

Ok, ya entendí.

La montaña rusa acaba de empezar a girar,
Y ya llevo puesto mi cinturón de seguridad,
Por qué ahora voy listo,
Listo a no dejarte de amar,


Ok, ya entendí.


ROBERTO MONTOY
 DIC. 2010
JUCHITÁN DE ZARAGOZA; OAXACA