Me sentía de la chingada... habían pasado un par de días planeando el volver a verte y fue un completo y rotundo fracaso... todo en mi panorama parecía gris... no quería estar triste ni deprimido; pero no había otro camino para ello.
Te vi cruzando la calle... él, te iba abrazando como tantas veces lo hice yo.
-¡Que onda!- Te dije un tanto nervioso.
Te acercaste mientras él se alejaba poco a poco...
-Mmm... que onda y el evento, ¿no era aquí?-
-Amm... yo pensé que vendrías sola-
-No, creo que ya lo habíamos hablado-Me aclaraste.
-Mmm si...¿Estàs saliendo con el?- Me sonreíste.
-No, es un amigo más, así como salgo con él, salgo con mis amigos de la Facultad y ya... mira checa a un chavo allá arriba en un piano, ahí tal vez sea el evento. Pues checalo, yo ahora iré a comer y tal vez el evento sea ahí- Casi te marchas.
En mi cara se veía la frustraciòn.
-Pues más bien, pensé que estaríamos nomas los dos solos. Esta bien, no te apures, mejor me voy a mi casa... Te veo mañana.
Nos despedimos con un beso en la mejilla y regresaste con el... Intenté huir de ahí lo más lejos posible, aunque mis pasos exactamente hacían lo contrario... No me di cuenta en que momento llegué a ser lo que era.
Tenía poco que habíamos terminado, pero dentro de mi el amor que había, no dejaba avanzar y dejarte.
-Creo que tendré que alejarme-Pensé.
Busqué lo más pronto posible ayuda...
-Por favor, por favor, por favor... ¡Por favor contesta!... Escena de ansiedad... otra vez y la misma semana...
Me calmé estando enfrente de esta computadora.
Necesito ayuda y pronto... me estoy volviendo loco.
ROBERTO MONTOY
FEBRERO 2011.
MÉXICO, D.F.
Porque, cuando no puedes ocultar el llanto y la impotencia, lo más sensato que puedes hacer es correr y no detenerte.
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