Yo creí que era mentira cuando conteste el teléfono.
-Bueno.
-Si, diga.
-¿Es usted Roberto Montoy ?
-¿Quién lo busca?
-Pues mire hablamos del Hospital "Morado" para informarle que su familiar esta muy delicado. No sabemos cuanto tiempo le quede de vida.
Tratando de poner atención vinieron esos vagos recuerdos que había en mi mente del porque seguía insistiendo en que se podía salvar.
-Voy para allá. Fue lo último que pude decir.
Camino al sanatorio, entre el tráfico de los coches, los vendedores ambulantes y limpia-parabrisas encendí la radio.
-¿All you need is love? No, no es un buen momento...
Cambié la estación.
-¿Te amo de franco de vitta?, no mejor la apago.
Era insoportable escuchar el sonido del motor que tantas veces me dijiste que checara. Era aún peor el ruido de mi conciencia... No podía estar tranquilo.
Desde que caíste en cama, como piltrafa inmunda yo solo observaba a la distancia como te descomponías paso a paso... poco a poco... queriendo también alcanzarla a ella.
Entre mi desesperación de no sabías que hacer, mi cobardía fue aún peor... no hice nada.
Llegando al lugar de mi destino estacioné el automovil como si nunca quisiera terminar de estacionarlo... caminé como si mis pies fueran diez veces más pequeños... no queriendo enfrentar a la realidad.
Te observé detrás de ese cristal sucio... estabas totalmente abandonada... sentí un retortijón en mi estomago que me recordaba que esto ya lo había vivido... justo cuando nos dejaron la primera vez.
Entre casi de puntitas para no molestarte y para que no supieras que estuve ahí. Pero creo que tienes un radar que detecta mi presencia, por que de inmediato notaste mi presencia.
Me acerque...
-Shh, tranquila , descansa como te haz sentido ???
Con tu dedo índice trataste de responder a mi pregunta... pero estabas muy débil.
-Será mejor que descanses... aquí estaré.
Apenas se dibujaron tus labios como un esbozo de una sonrisa...
En voz baja, queriendo gritarlo...
-Perdoname... te amé todo este tiempo pero creo que era para mi más fácil negarme a que todavía estas, a tratar de recuperarte... solo quiero que descanses... duermas... y sueñes que ELLA sigue aqui y que los tres seguimos juntos. Lo siento AMOR... no soy capaz ni de salvarme a mi mismo.
Salí con la ambigüedad de (derrota/alivio) aún sin un rumbo de como volvería a creer en algo después de haberlo abandonado vilmente y sin haberte dado la oportunidad de despedirnos.
"La vida esta llena de estos momentos mi rober, no te aflijas por ello".
Me decía a mi mismo tratando de encontrar paz en mi propia conciencia... Aún sin saber, que, esa misma, sería un arma de doble dilo con los años venideros.
El calvario comenzaba.
ROBERTO MONTOY
ENERO 2011,
MÉXICO, D.F.
Que comience la defenestración.
ResponderEliminarNada más que con dos pesos más de ortografía, ¿sale?
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