Era sábado, pero no un sábado cualquiera. Había esperado este día toda la semana, tanto que, poseía en su esencia algo mágico.
Tenía la certeza de que mi visita a Frontosforo sería formidable, después regresar a la capital del norte, cumplir con mi obligación como ciudadano y por último, viajar a Cocobilly el domingo por la tarde... Pero lo planes cambiaron drásticamente...
-¿Que onda hermano, como estás?- Me decía del otro lado del auricular, una voz tremendamente conocida.
-¡Chingón hermano!, ¿Qué onda, a que hora nos vemos?-
-Me vas a matar... ¡nos acaban de cancelar la tocada, por la chingada vela electoral!
En ese momento sentí, un retortijón en el estomago, que enfatizaba esa punzada en el abdomen...
Proseguí...
-¡No te preocupes, ya será la próxima semana!-Colgué lo más rápido que pude. La verdad no tenía muchos ánimos de discutir después de una semana altamente estresante.
Tomé la decisión de embarcarme a mi aventura, y adelantar ese viaje a la hermana república de Cocobilly.
Tendría el tiempo suficiente para analizar, por última vez, quién sería la mejor opción (desde mi punto de vista) para ganar las elecciones, ¡Imagínense! A pesar de que eran años luz, seis horas eran demasiadas...
Por fin llegaba a Cocobilly, tenía unas ganas inmensas de estrechar entre mis brazos a esa mujer que tenía varias semanas sin poder visitar, no importando que fuera humanoide...
Llegué a su domicilio, toqué la puerta, no se encontraba, decidí esperar.
Justo en ese momento que vislumbraba su silueta detrás del parabrisas, el dolor de mi estómago empezó a desvanecerme, tanto, que solo alcancé a escuchar el estruendo de sus tacones bajando del automóvil para alcanzar a detener mi caída contra el piso...
-¿Donde estoy?- Me preguntaba contrariado.
-Amigo estas en un sanatorio, al parecer tenias una fuerte fiebre y tu cuerpo no resistió... ¿Haz estado últimamente bajo mucho estrés? -Me preguntaba este extraño "androide" de bata blanca y mirada pálida...
-Pues... un poco... Dígame, ¿Qué es lo que tengo?-
-Sufre claramente una colitis nerviosa, causado principalmente por su mala alimentación, sus grandes periodos de estrés y nerviosismo... Le hemos realizado ya una colnoscopía, entonces tenemos el diagnostico correcto. Tendrá reposo absoluto, muchos liquidos y una dieta blanda... En unos minutos más vendrá la enfermera para aplicarle los antíbióticos correspondientes. Buenas tardes...
En ese momento extrañaba enormemente el uso de humanos para las ciencias de la salud, digo, estas máquinas eran perfectas y nunca tenían un error, pero ya no existía ese contacto que solo da entre dos seres humanos... Me preguntaba en que momento habíamos llegado a utilizar máquinas para realizar todas nuestras actividades, muy pocas quedaban para la humanidad...
Después de aquellos comicios (leía en los libros de historia) que se realizaron en México, en el año 2012... las cosas no volvieron a ser las mismas...
El caos llegó para nunca más irse, el sistema político se fue degradando que, cien años después, la inteligencia artificial sería la única reglamentada para poder contender en las elecciones... Era tal la desconfianza de la población en todo el mundo al respecto de sus políticos, que nunca más un ser humano tendría un cargo público... ¡NUNCA MÁS!
En mis años de adolescente, siempre existía esa pregunta en mi cabeza... ¿Habrá sido tan mal el desempeño de las instituciones para llegar a esto?
Siempre sentía que parte fundamental del placer de un ser pensante, es que con el paso del tiempo, aprendes de tus errores; así como yo fui madurando de manera natural...
¿En realidad los humanos de esa época no tuvieron la oportunidad para reinvindicarse los unos con los otros y hacer las cosas de la manera correcta?
Yo no conocí la democracia de ese entonces, pero ¿Tan mala era como para dejarle el poder a los primeros "humanoides"?
Por otro lado la civilización actual no se puede quejar. Es cierto que seres humanos somos mucho menos que hace mil años... pero todo mundo tiene trabajo, una educación de calidad y garantizada desde el momento en que naces, nos respetamos los unos a los otros, a la naturaleza y al planeta en general...
En fin, reposaré como me dije el Doctor... y la próxima vez que mi cuerpo me diga que existe una alarma, esa señal de que algo este mal... Le haré caso.
ROBERTO MONTOY.
HUAJUAPAN DE LEÓN, OAXACA.
JULIO 2012.
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