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martes, 30 de agosto de 2011

"CONSTRUCCION, DESTRUCCION; BIENVENIDA, DESPEDIDA. de la Colecciòn "Calvario"

“Construcción, destrucción, bienvenida, despedida”
Primera parte 1/2

“Construyendo la muralla de mi confianza, pase noches y días, pegando cada ladrillo de auto-estima, cada cemento de actitud, arena del optimismo… Para que con el aire de tu desprecio se derrumbara sin sentido”


Toque la puerta. Abriste y me invitaste a pasar. Pasé y te di a escoger uno de tus obsequios. Te llevaste el más pequeño. Me incitaste a pasar a tu alcoba. Sólo era de hablar de tópicos y tonterías. Te acostaste en tu cama. Jugamos un rato con tu mascota (un gato), mientras me instigabas a dormir a tu lado. Me abrazaste. Sentí como el sudor que llevaba en mi alma impregnado por fin salía a la luz. Ahí estabas. Junto a mí. No sabía si era el momento preciso a cuanto tiempo duraría. Solo quería estar ahí. Abrazado a ti.
Los segundos se me hacían eternos. Sentía cada uno de mis latidos del corazón como si escribieran una melodía, una melodía llena de amor. Te dije que te amaba, que te extrañaba con toda mi alma, por alguna extraña razón sabía que sería la última vez que estaría entre tus piernas, con ese lazo hacia ti.
Comenzamos a juguetear (de nuevo) y lo único que existía en mi mente era recorrer tu cuerpo en cada centímetro de el. Regresamos a la plática. Solo quería abrazarte y sentir el calor de tu cuerpo junto al mío. Aun ni yo mismo me daba cuenta de cuantas veces había deseado ese momento.
El acariciar tus manos, respirar tu aliento, sentir como temblaba tu cuerpo cada que lo acariciaba, no había necesidad de más, el amor se estaba forjando.
Te susurre.
-Ahora mismo se crea un mundo nuevo. Cada que estamos juntos.
Te abrace. Sonreíste. Empecé a masajear todo tu hermoso contorno mientras platicábamos. Me sentía bien, contento, lleno de ti.
Te besaba donde te dejabas. Hasta que llego el momento de realmente hablar.
Dialogamos de nuestros sentimientos, de cómo nos sentíamos con todo lo acontecido, me dejabas muchas cosas claras. No regresaríamos pronto. Me amabas pero existían cosas que sabías perfecto de ti y de mí. Aún sin saberlo me dirías cosas que de momento entendería, pero con el paso de los días me despedazarían.
Regresando al momento.
Charlando y charlando me daba cuenta aun más de lo valiosa que eres y de lo dolida por mi actitud. Aclaramos lo del DOMINGO INCOMODO. No tenías necesidad de explicarlo… Te creía… estaba seguro que lo que sucedió fue una casualidad y no una causalidad…
Poco a poco al abrirme camino entre tu alma te fuiste amarrando a el amor que siempre nos tuvimos y el que nos rodeaba en ese momento para darte. Jamás me mostré desesperado pero si extrañaba “hacer el amor” contigo…
Fin primera parte

ROBERTO MONTOY
FEBRERO 2011
MÈXICO, D.F.


jueves, 11 de agosto de 2011

"BUSQUEDA" de la Colección "Calvario"

Yo creí que era mentira cuando conteste el teléfono.

-Bueno.
-Si, diga.
-¿Es usted Roberto Montoy ?
-¿Quién lo busca?
-Pues mire hablamos del Hospital "Morado" para informarle que su familiar esta muy delicado. No sabemos cuanto tiempo le quede de vida.

Tratando de poner atención vinieron esos vagos recuerdos que había en mi mente del porque seguía insistiendo en que se podía salvar.

-Voy para allá. Fue lo último que pude decir.

Camino al sanatorio, entre el tráfico de los coches, los vendedores ambulantes y limpia-parabrisas encendí la radio.
-¿All you need is love? No, no es un buen momento...
Cambié la estación.
-¿Te amo de franco de vitta?, no mejor la apago.

Era insoportable escuchar el sonido del motor que tantas veces me dijiste que checara. Era aún peor el ruido de mi conciencia... No podía estar tranquilo.

Desde que caíste en cama, como piltrafa inmunda yo solo observaba a la distancia como te descomponías paso a paso... poco a poco... queriendo también alcanzarla a ella.

Entre mi desesperación de no sabías que hacer, mi cobardía fue aún peor... no hice nada.

Llegando al lugar de mi destino estacioné el automovil como si nunca quisiera terminar de estacionarlo... caminé como si mis pies fueran diez veces más pequeños... no queriendo enfrentar a la realidad.

Te observé detrás de ese cristal sucio... estabas totalmente abandonada... sentí un retortijón en mi estomago que me recordaba que esto ya lo había vivido... justo cuando nos dejaron la primera vez.

Entre casi de puntitas para no molestarte y para que no supieras que estuve ahí. Pero creo que tienes un radar que detecta mi presencia, por que de inmediato notaste mi presencia.

Me acerque...

-Shh, tranquila , descansa como te haz sentido ???

Con tu dedo índice trataste de responder a mi pregunta... pero estabas muy débil.

-Será mejor que descanses... aquí estaré.

Apenas se dibujaron tus labios como un esbozo de una sonrisa...

En voz baja, queriendo gritarlo...

-Perdoname... te amé todo este tiempo pero creo que era para mi más fácil negarme a que todavía estas, a tratar de recuperarte... solo quiero que descanses... duermas... y sueñes que ELLA sigue aqui y que los tres seguimos juntos. Lo siento AMOR... no soy capaz ni de salvarme a mi mismo.

Salí con la ambigüedad de (derrota/alivio) aún sin un rumbo de como volvería a creer en algo después de haberlo abandonado vilmente y sin haberte dado la oportunidad de despedirnos.

"La vida esta llena de estos momentos mi rober, no te aflijas por ello".
Me decía a mi mismo tratando de encontrar paz en mi propia conciencia... Aún sin saber, que, esa misma, sería un arma de doble dilo con los años venideros.

El calvario comenzaba.

ROBERTO MONTOY
ENERO 2011,
MÉXICO, D.F.