"Uno puede engañar a los demás, las veces que quiera, pero jamás a la conciencia".
Y ahí fue cuando me ofrecí a picar cebollas para disimular lo que acontecía en mi alma...
Segundos antes había llegado todo a su fin...
Minutos antes de eso discutíamos sobre ese último problema...
Horas precedentes del suceso, me quedaba claro esta nueva postura tuya...
Días previos, las "cosas" no andaban bien...
Semanas a posteriori, a veces me hablabas o te mensajeaba, pretendía creer que todo iba bien, sin querer ver la realidad.
Meses anteriores, la pasábamos "re-bien" en cada instante que compartiamos juntos.
Años preliminares... Ni siquiera sabía que existías
.
Respiré hondo.
-¿Qué tienes?-
-¿Yo?, nada... ya sabes ma´ , lo de siempre, pero, creo que ahora, ya "fue".
-Esa muchacha nunca me gusto para ti.
-Ay ma´, ¿pues cual te ha gustado?Siempre te expresas de esa manera, de ella y de las otras.
-Hijo, entiende que soy tu madre y que me preocupa tu bienestar. No es la primera vez que discuten y terminan de esta manera no ?
-Así es- Respondía.
-La verdad-continuaba.- Es que creo que debemos de calmarnos (ambos) por que la neta es un mero martirio por que el que estamos atravesando y ya me da mucha "hueva" la novela. He dejado clara siempre mi postura y que actuó según me educaron en mi casa.
Pero bueno tengo que dejar que ella madure en ese sentido.
-Yo creo-Replicaba mi progenitora.-Y te lo digo más como tu amiga que como tu mamá, deben decidir de una vez por todas que es lo que quieren. También por otro lado ya no llevan una buena relación. Entonces, ¿O se dejan de una vez por todas ó se dejan de payasadas y luchas por su amor. Respondemé una cosa hijo. ¿La amas?.
-Como a pocas cosas en la vida.
-¿Entonces?
Mi madre (como casi siempre) me dejaba en el aire de mi soledad, esa discrepancia.
Pero,¿Qué debe de hacer uno cuando la razón dice. "Basta" y el corazón se resiste a ello?
Tampoco no está bien el que, esa persona, sepa cuanto la deseas en tu vida.
Minutos después de la plática con mi señora madre, el teléfono sonó dandome con ello la respuesta.
1... ¡ring! ¡ring! ¡ring!
2... ¡ring! ¡ring! ¡ring!
3... ¡ring! ¡ring! ¡ring!
Solo miré de reojo el número y segundos más tarde un logotipo en la carátula de mi auricular haciendome saber que tenía tres llamadas perdidas y un mensaje de voz.
Segundos después de eso... respondí ese mensaje.
Minutos después de eso... concertaba una cita.
Horas después de eso... Llorabamos abrazados.
Días después de eso... Las cosas empezaban a mejorar.
Meses después de eso... ¿Te quieres casar conmigo?
Años después de eso... ¡Qué seré papá¡
"Cuando la inteligencia del corazón y la pasión de la razón se entrelazan... TODO es indestructible".
ROBERTO MONTOY
AGOSTO 2011,
MÉXICO, D.F.
